Mi profesión contadora de historias, en cada una voy a la búsqueda del talento. Excepto aquella que atrapada en mi interior se resiste a ser transmitida. Al cerrar los ojos me sumerjo en ella sin remedio, el miedo la cubre para que nadie sepa de ella, el amor transformado en odio, un mantra se repite sin cesar, tras incontables días de indefensión aprendida: “quiero salir de aquí”.

Gracias a las palabras por fin emprendo la huida hacia amables destinos donde aliviar mi angustia emocional, escapando de aquella tóxica experiencia, que me enfermaba, me envenenaba y me corrompía, anulando mi personalidad.